sábado, 30 de agosto de 2014

Los Venenos - Julio Cortázar

En este cuento, la niñez se representa por medio de un niño ya que es él el que nos narra en primera persona, a su modo y a sus tiempos. También, los juegos en el patio son un terreno de aprendizaje de todo niño, sumando la siesta de la tarde. Pero no solo los niños (el narrador, Hugo, Lila, la hermana del narrador, las vecinas) representan la niñez.
La mamá del narrador junto al Tío Carlos deciden comprar la máquina así acaban con las hormigas porque no soportaban, sobre todo la madre, ver a las hormigas ir y venir en fila con pedacitos de hojas que resultaba ser de las plantas del jardín. La niñez también se refleja por la forma en que actúa la familia, como cuando la hermana del narrador ve a su tío Carlos traer la máquina y sale corriendo, grita que su tío ya tenía la máquina consigo.
Otra forma que el cuento hace reflejar la niñez es por la manera en que le advierten a los chicos que no toquen la lata del veneno: "ya nos anunciaron que eso no se tocaba y que más de cuatro habían muerto retorciéndose por tocar la lata". Las hermanas Negri, que estaban locas por Hugo, el primo del narrador, se hablaban a gritos para llamar la atención (típico de un niño para que la atención de todos se centre en él/ella, ya sea por celos, competencia, entre otros)
Haciendo referencia a la relación literal del título con el cuento, "Los Venenos" cuenta la historia de un amor no correspondido, de una traición. El título nos indica la muerte de algo: la muerte de varias cosas causadas por una máquina misteriosa. El sentido connotativo que encuentro es que al matar al jazmín que él (el narrador) le había regalado a Lila y había plantado con tanto amor, la máquina dará a entender el fracaso amoroso del narrador.