sábado, 26 de abril de 2014

"Final del Juego" del auto Julio Cortázar

El relato "Final del Juego" del escritor Julio Cortázar, trata sobre una niña que vivía con su mamá y su tía Ruth y que siempre se escapaba con sus amigas, Leticia y Holanda, para jugar a un juego en las cerca de las vías del tren cuando su madre y su tía se iban a descansar. Cuando el tren pasaba siempre las observaba un chico, Ariel, de no más de dieciséis años, ya que su juego consistía en que una tenía que posar como estatua o con una actitud cuando el tren estaba por llegar y así mantenerse hasta que desaparezca. Leticia, una de las chicas se sentía muy observada por Ariel, y ésta tenía razón.
Pasaron los días y ellas seguían yendo a las vías a la misma hora. Aunque la madre de una de las tres las retara ellas iban igual.
Holanda, Leticia y su otra amiga recibían notas de Ariel felicitándolas y halagándolas por sus poses, sobretodo a Leticia, porque él sentía algo lindo y extraño en ella. Un día, Leticia comenzó a sentirse mal, dolorida. Era tan flaca y hacía unas poses bárbaras que finalmente se cansaba y se ponía sensible. Ariel quería verla, prometió en una de sus cartas que iba a ir a visitarlas, pero principalmente para conocer a Leticia. Lamentablemente, ella no pudo ir, y se quedó leyendo en su cuarto mientras sus dos amigas, Holanda y la que narra el relato, fueron a conocerlo para después chusmearle todo a su amiga enferma.
Hasta acá relate lo que me interesaba de la historia para poder explicar las dos fotos a continuación junto con breves citas que acompañarán la explicación de las mismas.


Esta foto me pareció que representa la escena en la cual Holanda y la narradora están esperando al tren para verlo a Ariel y poder saludarlo para luego contarle a Leticia como era su chico. Representa también el modo en que describe la narradora la historia, con los durmientes, las maderas, y más. "No había más que el balasto, los durmientes y la doble vía (...) los pedazos de adoquín donde la mica, el cuarzo y el feldespato brillaban como diamantes ..."


Y la segunda y última foto muestra a una madre, en este caso la mama de la narradora, retando o simplemente advirtiéndole a su hija que ella no se va a hacer responsable de que algo malo le pase a ella y a sus dos amigas. Más aún, si su madre y su tía se llegaban a enterar de los ornamentos que ellas llevaban y más, la situación se volvería complicada. "Por lo regular mamá nos perseguía un buen trecho, pero las ganas de rompernos la cabeza se le pasaban con gran rapidez y al final (...) se cansaba y se iba, repitiendo la misma frase: Acabarán en la calle, estas mal nacidas"


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